Los cielos encapotados y el frío no han impedido, ni mucho menos, que los mirobrigenses cumpliera con la tradición de protegerse la garganta. Durante toda la tarde de este sábado 3 de febrero cientos de farinatos unieron los algo más de 4 kilómetros que distan desde Ciudad Rodrigo hasta el monasterio de La Caridad a pie y en coche. La tradicional romería no se completa hasta que no se entra en la capilla y se compran las gargantillas para proteger la garganta. Tras el paso por el La Caridad se sucedieron las clásicas meriendas en el entorno del monasterio, así como peñas peñas, bares y bodegas de Miróbriga para disfrutar de la tarde. Previamente, por la mañana -en concreto a las 12:00 horas- se celebraron la procesión del santo, la posterior eucaristía y la bendición de las 17.000 gargantillas. Cabe destacar, que en esta ocasión los mayordomos José Antonio Paniagua, Noelia Pérez y su hijo Manuel fueron ataviados con trajes charros; compartiendo mayordomía con José Antonio y Juan Carlos Paniagua.

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