AguadulceAGUADULCEENCIERRO DEL SÁBADO DE CARNAVAL (10 de Febrero)
Encaste: Núñez.
Asociación: Unión de Criadores de Toros de Lidia.
Finca: ‘Casa Toril’, El Garrobo (Sevilla).
Divisa: Blanca y verde.
Señal oreja: despuntada en ambas.

Hablar de Aguadulce es retroceder dos Carnavales: año del 2016. Encierro del Domingo, para más señas. La Bajada del Depósito recuperada de manera ‘sui géneris’: a modo de corredero. Encorsetada. Un corral a la vista de todos en el Alto Valhondo. Los seis toros sevillanos [de El Garrobo] reunidos por última vez. Antes, una premonición lanzada por el mayoral en forma de pregunta: ¿Y por ahí decís que tienen que bajar mis toros”. Se abrió el portón y el encierro acabó por los cerros de Úbeda. Dos toros ’emplazados’ en el mismo corral de salida. Los otros cuatro descendiendo a su aire junto a la parada de bueyes de raza mortelenga [reconocidos, por cierto, por la Comisión del Toro Bravo por su “calidad”]. Los caballos esperando ya con la bajada consumada. A 50 metros escasos para cruzar la ‘Puentecilla’ y entrar en agujas, una estampa para la historia -retratada queda para la inmortalidad en El Sanatorio-: los toros, acapachados, fuertes, ponen la mirada en el mallazo en el que se sostribaban los ‘antiguos’ espantadores: y el acabose. Los mallazos al suelo, y, antes, dos heridos por asta de toro. Cornadas. Crudeza. Dos toros acabaron fuera del recorrido; el otro volvió por su propio pie para regresar al punto de salida. Tan solo dos toros de Aguadulce llegaron a la plaza. Un primero ensabanado, acompañado por la tropa completa de bueyes mertolengos; el único que accedió en el primer intento. Y, después, ‘Embrujado’ [número 115], a la postre, premio a la bravura de hace dos Carnavales. Una tercera cornada más de gravedad en la capea matutina.

Aquél recuerdo, aún fresco, se reaviva con la vuelta, tras un año de ‘paréntesis’, a Miróbriga de los toros de sangre Núñez. Diversidad de pelajes: colorado ojo de perdiz, chorreado y, de nuevo, ensabanado. Tres toros. Encierro del Sábado de Carnaval, por tanto. 13:00 horas del 10 de febrero, para más señas.

El encaste Núñez no ha pasado de soslayo; aunque tampoco es la sangre más predominante a lo largo del Carnaval del siglo XXI. El más claro ejemplo, es el de los toros extremeños de Alejandro Vázquez que protagonizaron el último encierro de Sábado de Carnaval en salir de los corrales de San Pelayo: cinco toros compusieron la primera carrera seria del Carnaval  del 2007. Y tan solo tres llegaron a la plaza: los cuatreños. Los dos cinqueños, de imponente cuajo, volvieron a corrales. También protagonizaron ese mismo año el encierro a caballo del Lunes donado por el Bolsín Taurino como colofón a la celebración del 50 aniversario del año 2006; y que el pasado precarnaval recordamos al cumplirse diez años justos del mítico traslado desde Los Talayos hasta el Cordel: y que acabó con la manda desvencijada y llegando incluso, a las inmediaciones de Miróbriga.

Otros ejemplos más difuminados de la sangre Núñez en Miróbriga la encontramos en los dos encierros -Lunes de Carnaval del 2010 y Domingo del 2011- que protagonizaron los toros gaditanos de Cebada Gago. Y, de igual modo, la procedencia Núñez se encuentra en la sangre de los toros de Hermanos Cambronell, aunque con menos intensidad que la Domecq y, sobre todo, la Torrestrellla.

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