El Carnaval erupciona desde las mismas entrañas de la Plaza en tono ascendente. La pasión farinata desatada nada más rugir la Campana Gorda provoca un efecto de verdadera rienda suelta. El estallido colectivo viaja por el aire ya camino de toda la Socampana: la Catedral y Cerralbo ya ven con sus propios ojos el Carnaval naciente. El Carnaval al que le falta menos de un mes para volver a explotar en su Plaza; al Carnaval para el que tan solo faltan 30 días
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