El pitón derecho del toro viaja en la capea a la misma altura y en la misma paralela que el estaquillador. El muletazo de castigo nacido de la muñeca zurda se esculpe sabroso. La panza de la muleta comienza a envolver la pierna sobre la que se asienta el lance. Los vuelos se diluyen sobre la arena. El camino de la serie trazado por el maletilla concluye ahí… Luego vendrá el turno de otro. Cincuenta maletillas inician esta jornada otro camino distinto para acabar en ese mismo escenario buscando hilvanar una serie con otra hasta el remata y vete final. Faltan 27 días.
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