El juego de luces y sombras. Luz, sobre todo, al final del túnel. En el Registro. Luz también para deslumbrar la entrada triunfante en murallas del Rey –en mayúsculas– del Carnaval. La esencia del toro retratada sobre la piedra de la Puerta del Conde. Su perfil caligrafiado de manera nitidísima: de la media luna de los pitones al trote en posición de ataque con el que avanza. Las muescas de las orejas por delante, previa ofensiva final. ¡Faltan 50 días!
Comments are closed