El Carnaval es Toro. Es pasión. Y también color. El color del disfraz ensamblado a la piedra centenaria de Miróbriga. Redundando en el propio Carnaval. La máscara se deja abrazar por el toro para disparar el diapasón festivo a ritmo de Reloj Suelto. El impacto del paso por la plaza: el barco fuera de ley abordando el alma de Ciudad Rodrigo. El tiempo detenido durante el Carnaval bien representados por el ‘País de las Maravillas’.
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